jueves, 15 de octubre de 2009

Surgen preguntas sobre secuestro joven de Nagua



Cuestionan si fue autosecuestro y cómo logró escapar
Escrito por: TEOFILO BONILLA (
t.bonilla@elnacional.com.do)
¿Pagaron los padres el rescate? ¿Se trató de un autosecuestro? ¿Cómo logró escapar tan fácilmente?. Estas y otras preguntas surgen en la población debido a la facilidad con que el joven Eduardo Antonio Baldera Gómez escapó de sus captores, y hasta se cuestiona por qué apareció con tan buenas condiciones física.
El final del secuestro fue feliz porque retornó a su casa sano y salvo.
Baldera Gómez apareció en buenas condiciones físicas el sábado en la mañana en el paraje Censié, de Estero Balsa, Guayubín, de la Línea Noroeste, luego de haber sido secuestrado el 18 de septiembre por tres hombres armados con metralletas y vestidos de militares, cuando estaba en la residencia de su novia en Nagua.
Cuando fue raptado, Baldera Gómez vestía camiseta blanca, pantalón deportivo negro, y una sandalia, pero ahora apareció con una camisa crema mangas largas, pantalón jean azul y tenis.
Los secuestradores pidieron cinco millones de dólares al señor Francisco Eduardo Baldera, padre del joven, para liberarlo, y dijo no tener esa suma aunque sí estar en condiciones de dar dos millones de pesos.
Algunos creen que por la facilidad con que pudo huir de sus captores el estudiante de 20 años, da a entender que sus padres pagaron algún tipo de dinero para que lo dejaran libre.
En la población ven que tras recibir el rescate para su liberación, se tejió la historieta a fin de que no trascendiera que se pagó el rescate ni mucho menos hacer quedar mal a la Policía, que se empeñó durante 22 días por rescatar a Baldera Gómez.
Otra versión es que se trató de un autosecuestro, aunque desde el inicio el joven lo negó “porque no tengo necesidad ya que en mi casa me dan todo lo que necesito”.
Otros presumen que lo expuesto por Baldera Gómez no es convincente, pues dijo que los secuestradores le daban de comer galletitas con salami, queso y leche. En 22 días comiendo ese tipo de alimento debió lucir más deteriorado físicamente.
Expresó que nunca vio los rostros de los secuestradores porque se mantenían con capuchas, y que lo tenían en una choza que construyeron de yagua al parecer sólo para la ocasión.
Se preguntan cómo logró escapar, pues dijo que le dejaron las esposas flojas y que logró romper la cadena con estas, acción que venía practicando desde hacía varios días.
Baldera Gómez expresó que huyó a eso de las 6:00 de la mañana por la zona boscosa durante cinco horas, llegando a eso de las 10 a un establo de un ganadero, donde pidió auxilio a un señor que ordeñaba, que luego de identificarse, dio parte a otros campesinos de la zona, que bajaron al puesto de la Policía en El Copey, sección de Guayubín, y de allí lo trasladaron a la sede de la 35 compañía en Villa Vásquez.
Pero ¿cómo huyó cinco horas por una zona que no conocía, y sus captores, al menos el que salió a cepillarse los dientes, tardara tanto para darse cuenta.

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