Hasta Joaquín Balaguer se sirvió del inmenso Freddy Beras Goico, para salvar un momento durante uno de sus períodos de gobierno.
Y es que la popularidad y el prestigio de que gozaba en Centroamérica el fenecido productor de televisión, motivó al entonces presidente de Costa Rica Oscar Arias a aceptar, durante una escala de una hora que realizó en el país, una condecoración del desaparecido programa El Gordo de la Semana
Mientras se dirigía a España a recibir la prestigiosa distinción Príncipe de Asturias a principios de los años 80's, el avión en que viaba Arias realizó una escala en el país y al embajador Pedro Blandino se le ocurrió la idea de condecorar al mandatario costarricense.
Blandino consideró que se debía agradar al entonces mandatario costarricense, quien había recibido el Premio Nobel de la Paz, por no haberse opuesto a las negociaciones que realizó el país para integrarse al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Cuando Blandino le comunicó a Balaguer la importancia que significaba reconocer a tan distinguido pero efímero visitante, el entonces gobernante le comunicó que no había tiempo para organizar una ceremonia de esa naturaleza. En esos años los vuelos de Iberia no se hacían directos desde Costa Rica a España y por ello el avión se detendría por poco tiempo en el pais.
Y para salvar la situación, al fenecido líder reformista se le ocurrió la formidable idea de que Arias recibiera una de las medallas que otorgaba Beras Goico en su popular espacio dominical, que se transmitía en horas de la tarde por Color Visión.
Blandino se comunicó entonces con uno de los ministros de Arias y le expresó la imposibilidad del Gobierno dominicano de preparar una ceremonia a la altura del momento, y le expresó que Balaguer le había encomendado explorar la posibilidad de que tan distinguido visitante tuviera a bien recibir una medalla de las que otorgaba Freddy.
''Ahhh sí, como no, bueno yo de antemano te puedo decir que si, pero dejame consultarlo con el presidente Arias'', dijo a Blandino el ministro, quien también había participado en las negociaciones que sobre el Parlacen se produjeron en esos años en Nicaragua.
Arias le comunicó personalmente a Blandino que le informara a Balaguer su disposicion de aceptar la condecoración que le otorgaria Freddy ''porque ese señor es de mucho prestigio y muy popular aquí en Costa Rica y en Centroamerica''.
''Y efectivamente, así fue, Oscar Arias en su paso a recibir el premio Príncipe de Asturias, se detuvo aquí en la escala, se preparó el transporte bien rápido por la escala y Freddy, no se si estará grabado por ahí, lo condecoró'', comentó Blandino en El Gobierno de la Mañana.
Blandino observó que Arias exhibía muy orgullosamente su condecoración de Freddy, que el presidente Balaguer a pesar de que sabía que las ideas de Freddy no eran iguales a las nuestras reconoció la importancia y valoró las acciones de esa condecoración de Freddy.
Y como parte de la grandeza y solidaridad de Beras Goico, Blandino refiere que cuando concluyo su misión en Costa Rica llegó al país con un sobre lacrado que Arias le envió a Freddy, con una carta al parecer de agradecimiento.
Y como parte de la grandeza y soliridad de Beras Goico, Blandino refiere que cuando lo vio llegar en un taxi, El Gordo le prestó su propio carro, un Lincoln Continental, para que se marchara, el que le devolvió un mes después.
''Y nunca me llamó para decirme, oye, cuando me vas a devolver mi carro. Al mes fui y le dije a Freddy, gracias por tu carro'', exclamó Blandino.
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